Mi experiencia con

Almohadas Emma Memory Adapt y Emma Diamond: two mimir

El Team Rata duerme poco y mal, así que estamos en una constante búsqueda de productos que puedan elevar las pocas horas de sueño que logramos tener en nuestras vidas, esta vez llegó el turno de las almohadas.

Por Team Rata


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Cómo los buenos adultos profesionales con vidas ajetreadas y trabajos demandantes, en Rata no se logran las 8 horas del sueño. Sea una mala rutina, demasiada actividad pre sueño o insomnio, difícilmente llegamos a lograr un descanso óptimo por lo que, a la hora de dormir, buscamos productos que nos ayuden a lograr un sueño profundo y de calidad. En esta ocasión, el Team probó dos de las almohadas Memory Adapt de Emma y estas fueron sus impresiones.

 

César (Memory Adapt)

Uso las almohadas hasta que estén planas porque me gusta adaptarlas a la forma de mi cabeza, desearía poder estar echado más tiempo en el día. Duermo de lao, 7 horas y media en promedio según mi teléfono, y siempre hacia la izquierda.

 

Uno no sabe que duerme pésimo hasta que llega alguien a decirte “Oye, en realidad esa almohada ya no da, deberías cambiarla”. O al menos eso me pasó y, la verdad, tenían razón. Por lo general no duermo ni muy bien, ni las horas, ni a la hora que debería, por lo que hay que comenzar a preocuparse. Como estábamos en Cyber, aproveché de cambiar la ordinariez que tenía por “El producto del año 2022, elegido por consumidores chilenos”, y aunque vaya uno a saber de dónde salió eso, es lo que llama la atención (Y qué decir, de eso se trata el marketing al final).

 

Como uno es full inseguro y sufre de remordimiento del comprador hasta con un Super 8, pensé en algo que tuviera mucha garantía y pudiese modificarse en todo ámbito como por si acaso. Revisando y revisando, me decanté por la Almohada Emma porque cumple con los dos requisitos fundamentales, en su web dice que tiene 100 días de prueba (Tiempo suficiente para saber cómo funciona) y su gracia es que trae tres espumas que se pueden ir sacando -o poniendo- dependiendo de la necesidad.

 

La almohada viene envasada al vacío y enrollada de fábrica. No es pesada y de largo mide más o menos “una plaza”. Finalmente son cuatro capas, porque son tres espumas y la funda. Puedes sacar las espumas que menos te agraden, pero es muy importante que uses la almohada con la funda puesta, ya que esta es la que vas a lavar -y no las espumas-. Además, es hipoalergénica, así que realmente quieres usarla. Como estornudador profesional lo digo muy, muy en serio.

 

Por mi parte, como soy nostálgico y tengo poca aversión al cambio, le puse una funda encima de la funda ¿Seré weón? El tiempo lo dirá. Sin embargo, y por ahora, estoy más que conforme.

 

El problema para los primerizos como uno es: ¿Para qué cresta sirve cada espuma? Me costó entenderlo un poco, pero según la web de Emma:

* Espuma Memory Gel (la espuma celeste): Proporciona un apoyo ideal para cabeza y cuello y aporta la máxima transpirabilidad a la almohada.
* Espuma Hypersoft® (la espuma del medio, blanca): La capa central proporciona el soporte más suave y distribuye el peso uniformemente.
* Espuma viscoelástica (la espuma amarilla): Esta capa ofrece un apoyo suave con el soporte ideal, garantizando un óptimo alivio de presión.

En resumen: Voh vela. Las primeras noches me quedaba con la espuma celeste y la blanca, después la amarilla y la blanca; y últimamente con todas no más.

 

Después de muchas noches con la almohada, tengo una buena impresión al respecto. Si bien sigo durmiendo a horas incomprobables, al menos ahora ya no duermo tan mal y eso siempre se agradece. La almohada me sirvió incluso para cuando el otorrino me recomendó dormir “con más almohadas para respirar mejor de noche”.

 

El único “pero” que he encontrado es que, al dormir de lado, siento que se calienta un poco más que la almohada regalona, y eso en verano es un poco fome. Pero eso se arregla poniendo la almohada de siempre encima. El otro pero es que, ahora que ya arreglé lo de la almohada, al parecer también tendré que cambiar el colchón… Aunque eso da para otro post. ¿Aló, Emma?

 

Laura (Memory Adapt Diamond Degree)

Tiene un trastorno del sueño, duerme hacia el lado izquierdo o de guata. Le gustan las almohadas blanditas pero que no se deformen. Antes de probar la almohada Emma usaba una que compró en un pack de 2 por 8 lucas en la feria. 

 

Como persona con un trastorno del sueño y mal dormir, he probado casi todos los tipos de almohadas que ofrece el mercado: Las de relleno de algodón sintético -popularmente conocido como “guata”-, las con plumas, las con memoria, etc etc. Y en general, no me ha ido muy bien.

 

Independiente del relleno de la almohada y su altura, suelo despertar tiesa y con un dolor de cuello insoportable. De hecho, justo antes de conseguir esta almohada, me había decidido por dormir sin una para ver si se acababa mi calvario pero también fallé. Así que me aferré a esta como mi última esperanza.

 

 

Lo primero que me llamó la atención fueron las capas personalizables, especialmente la que mantiene la almohada fría (para mí es brujería no lo sé, no soy científica). Al tacto se sentía lo suficientemente firme como para no hundirme, pero también lo suficientemente blanda como para que no se sintiera como un ladrillo. Sin embargo, las primeras noches mi cuello no pensó lo mismo.Yo suelo dormir de lado o de guata, y soy de esas personas que se mueve harto durante la noche. Las primeras dos semanas despertaba igual con dolor de cuello y a veces hasta llegué a quedar tiesa. Resignada al fracaso, le pasé la almohada a mi mejor amiga y a mi mamá para que también le dieran una oportunidad. La conclusión fue la misma: Había algo que la hacía incómoda y que empeoraba el dolor de cuello.

 

Ya estaba a punto de tirar la toalla cuando recordé que en las indicaciones de la almohada, decía que se podían quitar o poner capas dependiendo de tu gusto y tu posición al dormir. Decidida a no rendirme, le saqué una y ¡voilà! Ocurrió un milagro.

 

Como por arte de magia dejé de despertar contracturada y tanto mi dolor de cuello y el de espalda mejoraron con los días. Tampoco es que sea milagrosa, pero efectivamente mis noches de sueño dejaron de ser una tortura física cuando personalicé la almohada a mi gusto. Lo que hice fue sacarle la capa de al medio -la de espuma Hypersoft-, para quitarle altura. Aunque se supone que esta parte es la que ayuda a distribuir mejor el peso de tu cabeza en la almohada, yo sentí que la hacía más dura. Y efectivamente noté un cambio, ya que dejé de dormir con la cabeza en altura y por lo tanto, dejé de forzar tanto el cuello.

 

Comprar una almohada nueva es básicamente tirarse a una misión kamikaze, porque las chances de que salga pésimo son altas. Por lo mismo, se agradece que considerando su precio -no menor por lo demás-, esta te dé la suficiente versatilidad como para no tener que pasársela a tu perro para encontrarle un uso después de fallarte.

 

Entonces ¿vale la pena o no? Yo diría que sí, principalmente por la tecnología que previene que la almohada se caliente y la posibilidad de armarla a tu pinta poniendo y sacando capas en base a tus necesidades. Al final, los precios de otras marcas andan por ahí y el plus de esta es que se adapta a tus mañas. Dedito para arriba.

 

 

Joaquín (Memory Adapt Diamond Degree)

Acostumbro a dormir con dos almohadas para sentir un poquito de altura y me gusta dormir de lado o de espalda. Mi experiencia más común con la técnica de doble-almohada es que con el tiempo se gastan, pierden firmeza y me hundo hasta el punto en el que se separa el relleno de la almohada, dejándome como Moisés al momento de abrir las aguas.

 

Muchas veces había escuchado de estas almohadas. Que era de materiales espumosos, un poco más resistentes, de buen soporte y que además tenían la cualidad de regular la temperatura con el fin de no morir de calor, especialmente en la época de verano, donde las temperaturas nocturnas son bastante altas. Pues bien, en esta ocasión he tenido la oportunidad de probar la mítica, legendaria y muy comentada almohada de Emma Diamond Degree, la que me ha dado algunas sorpresas en lo personal y que quisiera comentarles un poco. 

 

 

La primera impresión al desempacarla de su caja notas que viene sellada al vacío, lo que hay que esperar a quitarla de su empaque para dimensionar sus características al tacto. Se sintió algo dura al principio, en comparación con las que usaba con anterioridad, porque dudé un poco de qué tan cómoda sería, pero al pasar los días fui notando las diferencias con las almohadas “comunes” ya que, por mi contextura, el que la almohada sea firme permite dormir cómodamente de espalda o hacia los costados (lo que es mi caso). Otra cosa que también dudaba era que regulara la temperatura, lo que es cierto y muy cómodo. Pese a que viene con tres diferentes niveles, la posibilidad de cambiar su relleno ocupando 1, 2 o sus 3 capas le da versatilidad y la posibilidad de adecuarse para diferentes usuarios y gustos, por mi parte preferí las tres capas. Por último, su funda es suave y lavable, pero si se quiere cuidar el producto completamente, como en mi caso, cubrirla con otra funda de preferencia sigue siendo igual de grato.

 

Las tres espumas de la Emma Diamond Degree.

 

La experiencia de dormir con esta almohada me ayudó mucho a recuperar noches de sueño, sea cual sea la actividad diaria, realmente ayuda al buen dormir y a descansar plácidamente. Si me preguntan si vale la pena la compra de este producto, pues para mi sí lo es. En lo personal me ha resultado bastante beneficioso para el descanso nocturno, ya no acumulo almohadas bajo mi cabeza para tener mayor soporte y ni utilizo mi mano bajo la almohada para darle firmeza, ya que esta almohada hace todo el trabajo, a uno solo le queda nada más que descansar y disfrutar.